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Reflexión sobre el legado liberador de Enrique Dussel

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Equipo Editorial del COHA
Desde Washington DC

 

El Consejo de Asuntos Hemisféricos (COHA, por sus siglas en inglés) recibió con profunda tristeza la noticia del fallecimiento del gran filósofo argentino mexicano, Enrique Dussel, el domingo 5 de noviembre de 2023, y extiende nuestras condolencias a la familia, a los miembros de la Asociación de Filosofía y Liberación (AFyL), y otros seres queridos del Dr. Dussel .

Dussel ha inspirado a múltiples generaciones de pensadores y activistas para apreciar que la reflexión filosófica y la actividad política no son dominios separados. Su trabajo ha abierto generosamente muchos caminos críticos y transformadores para que podamos ver al ejercicio de la liberación exigiendo una reflexión teórica más profunda junto con las prácticas cotidianas. Filosofía y liberación se entrelazan en lo cotidiano.

Dussel fue uno de los fundadores y la voz más destacada de la filosofía de la liberación. Esta es una escuela de teoría y praxis ética-crítica que surgió en Argentina en la década de 1960 y que ahora apoya los esfuerzos de descolonización que involucran a académicos de todo el mundo. La historia crítica propuesta por la filosofía de la liberación parte desde la perspectiva de las víctimas de la modernidad europea, y se involucra en una crítica detallada de la historia y la filosofía de la modernidad.

El trabajo de Dussel sitúa al inicio de la modernidad en la conquista de Amerindia (1492): “modernidad, colonialismo, sistema-mundo y capitalismo son aspectos de una misma realidad simultánea y mutuamente constituyente”. La filosofía de la liberación expone el lado racista y eurocéntrico de la modernidad que buscó justificar el horrible sacrificio de millones de seres humanos en el altar de la acumulación primigenia de capital. El mito de la modernidad se ve en la pretensión del colonizador de superioridad racial, al llevar a cabo una misión civilizadora santificada por la voluntad de Dios. El mito de la modernidad y la colonización que estableció no desapareció con la independencia de las naciones colonizadas. Hoy, la modernidad ha alcanzado su cúspide como un “orden basado en reglas” que incluso acepta el genocidio.

Dussel escribió en su obra histórica Ética de la liberación en la edad de la globalización y de la exclusión que esta Ética sea una ética de afirmación rotunda de la vida humana ante el asesinato y el suicidio colectivo a los que la humanidad se encamina de no cambiar el rumbo de su accionar irracional”.

Para Dussel, este cambio de dirección implica una responsabilidad colectiva de defender la vida humana y la biósfera mediante la larga y ardua tarea de practicar una ética y una política de liberación. El objetivo, sostiene Dussel, no es otra versión de la modernidad, ni siquiera de la posmodernidad, sino más bien la transmodernidad. En un mundo transmoderno, no habrá una sola hegemonía mundial que tome las decisiones, ni naciones excepcionales con un derecho inherente, divino o secular a dominar a otras naciones. La alternativa transmoderna promueve la cooperación entre una diversidad de naciones y culturas que convergen en torno a ciertos principios éticos integrales compartidos: que debemos promover la vida humana en comunidad; utilizar procedimientos democráticos inclusivos para decidir políticas; y hacer sólo lo que, dadas las circunstancias, sea factible.

Mientras un número suficiente de nosotros conservemos nuestra sensibilidad hacia la difícil situación del otro y estemos dispuestos a asumir la corresponsabilidad por el otro y el ecosistema terrestre, la vida en el planeta no estará condenada al fracaso.

El legado de Dussel nos exige llevar adelante su visión liberadora hacia el mañana. El futuro sigue abierto para nosotros si es que nos atrevemos a entrar en la historia. Y ese futuro abierto depende de nuestro compromiso ético colectivo de cruzar el páramo del militarismo, la pobreza y el racismo para construir un mundo transmoderno, un mundo “donde quepan muchos mundos”.

Enrique Dussel es llamado por muchas generaciones de estudiantes y académicos como “El Maestro”.

Fotos, cortesía de Jorge Alberto Reyes López

Fred Mills y Don Deere contribuyeron a este ensayo conmemorativo.