Carta abierta de una profesora hondureña al presidente Joe Biden
Por Lucy Lucy Pagoada-Quesada
Desde Nueva York
Señor Presidente Joe Biden:
Como hondureña-estadounidense, le escribo para pedirle con urgencia un cambio de la política de EE. UU. hacia Honduras, para que mi país pueda recuperar su democracia.
Usted era vicepresidente cuando en 2009, el gobierno de su partido encabezado por el presidente Barack Obama y la Secretaria de Estado Hillary Clinton, apoyaron el golpe de Estado en Honduras contra nuestro presidente Constitucional Manuel Zelaya Rosales.
En 2010, el gobierno de Estados Unidos nos impuso a Porfirio Lobo-Sosa, cuyo hijo Fabio Lobo está preso en EE. UU. por tráfico de cocaína. En 2013, también nos impusieron al narco dictador Juan Orlando Hernández y cuyo hermano Antonio (Tony) Hernández se encuentra preso en Nueva York por traficar toneladas de cocaína y armas hacia EE. UU. En 2017, EE. UU también nos impuso por segunda vez a Hernández, en una reelección ilegal y claramente fraudulenta, como reconoció la propia Organización de Estados Americanos (OEA).
Fue desde el momento en que nos imponen esa violenta narco-dictadura del Partido Nacional que nuestro país, Honduras, se hundió en la peor crisis social, económica y política de nuestra historia. Es por ello y ante la desesperación, que el pueblo hondureño huye en los éxodos masivos de seres humanos desplazados llamados “caravanas”. Ellos no vienen en busca del “sueño americano” si no que huyen de la pesadilla que este país, EE. UU., les ha impuesto.
El gobierno de Trump firmó acuerdos con Guatemala y México para que las fuerzas represoras les impidan el paso a las víctimas desplazadas para que no lleguen a la frontera de EE. UU., que es su destino final para buscar asilo y refugio.
Así que presidente Biden, las caravanas son el resultado de las políticas fracasadas del sistema “capitalista salvaje” como bien lo dijo el Papa Juan Pablo II, que EE. UU. impone en la región latinoamericana y el mundo. Y si usted y su gobierno desean que el “problema”’ de la inmigración cese, entonces le pedimos un alto a la intervención de EE. UU. en nuestros asuntos internos. El modelo económico neoliberal que este país, EE. UU., impone en la región, no ha funcionado en otros países. Al contrario, ha producido y profundizado la desigualdad extrema, la pobreza, la violencia y el éxodo masivo e inhumano de familias enteras desplazadas.
Usted ha sido electo en un momento de profunda crisis de división racial, inequidad, crisis económica y de salud por el COVID-19. Por tanto, debe comprender lo difícil que es cuando se entra en un proceso electoral bajo esas circunstancias.
Al igual que usted y el pueblo estadounidense, nosotros en Honduras estamos luchando para recuperar la democracia, la justicia y la paz, que fue destruida por el golpe de Estado de 2009. Y este próximo mes de noviembre de 2021, vamos a elecciones presidenciales por tercera vez después de ese terrible momento histórico que nos cambió la vida. Por tanto, lo único que exigimos de su gobierno es que nos permita decidir en las urnas y que nuestra decisión soberana como pueblo se respete. Que su gobierno no intervenga. Y le aseguro, que, de esa forma, su presidencia no tendrá que enfrentar los éxodos masivos de personas que se van huyendo de Honduras en busca de lo que les fue injustamente arrebatado.
Con todo respeto y deseando que se cumplan los propósitos de su administración para bien del pueblo.
Lucy Pagoada-Quesada, ciudadana hondureña-estadounidense, es una profesora de Nueva York.
[Crédito de foto: Flirck, open license. Golpe de estado de 2009 en Honduras]