Nicaragua: En el quinto aniversario de un intento de golpe de estado, persisten las versiones contradictorias
John Perry, Masaya, Nicaragua
En el quinto aniversario del intento de golpe de Estado de 2018 en Nicaragua, aún persisten relatos contradictorios sobre la violencia y los asesinatos. Los principales medios de comunicación han caracterizado las protestas de la oposición como generalmente pacíficas y los casos de violencia de la oposición como contraviolencia en respuesta a la brutal represión del gobierno. John Perry ha escrito una serie de artículos que ponen en tela de juicio este relato unilateral, y su apelación a las pruebas empíricas y a la experiencia vivida ha ampliado los parámetros del debate. En este artículo, Perry revisa el caso del asesinato del policía Faber López Vivas, un caso que pone de relieve la necesidad de una investigación imparcial de los acontecimientos de 2018.
Según Amnistía Internacional (Amnistía), hace cinco años el gobierno nicaragüense cometió un crimen extraordinario y horrendo. En octubre de 2018, Amnistía publicó un informe, Sembrando el Terror,[1] relativo al violento intento de golpe de Estado que tuvo lugar en Nicaragua entre abril y julio de ese año. Entre los incidentes que cubrieron, dieron prominencia a una alegación de que el 8 de julio de 2018, Faber López Vivas, un joven miembro de la Dirección de Operaciones Especiales de la policía nacional, fue objeto de una posible “ejecución extrajudicial” por parte de sus compañeros policías. Según el informe, dos días antes, desencantado con sus obligaciones como policía, intentó dimitir. Pero no se le permitió abandonar su puesto pacíficamente. En lugar de eso, su superior le amenazó de muerte por ser un “desertor” y luego, actuando al parecer siguiendo órdenes, algunos de sus compañeros cumplieron la amenaza. Al parecer, el 8 de julio se lo llevaron (a la prisión principal de la capital), lo torturaron y lo mataron. Según el informe de un patólogo privado citado por Amnistía, cuando su familia recibió el cadáver había múltiples señales de tortura. Algunos familiares recordaron que en la última conversación telefónica que había mantenido con ellos el día anterior, Faber les había dicho: “Si no les llamo mañana, es porque me han matado”.
La versión de los hechos de Amnistía procede de una “familiar” de Faber, a la que no se nombra pero que parece haber sido su madre, Fátima Berlamina Vivas Tórrez. El 9 de julio de 2018, concedió varias entrevistas de prensa y vídeo en las que denunciaba a la policía por haber matado a su hijo.[2] Su relato constituyó una parte central de la argumentación de Amnistía de que el gobierno nicaragüense estaba llevando a cabo “una estrategia estatal de represión” en respuesta a unas protestas mayoritariamente pacíficas. Tras exponer íntegramente su versión de los hechos, Amnistía sólo mencionó brevemente que la explicación oficial de la muerte de Faber era que le habían disparado “terroristas armados”.
Preocupados por el alcance aparentemente limitado de la investigación de Amnistía, un grupo informal de activistas comunitarios y políticos de Nicaragua (entre los que se encontraba este autor) decidió examinar en detalle los acontecimientos del 8 de julio, y me he basado en este trabajo colectivo para elaborar esta retrospectiva crítica. Además de examinar todas las pruebas de vídeo y de otro tipo disponibles sobre el incidente, incluidos los informes policiales, se entrevistó a un testigo presencial de la muerte de Faber, y también se entrevistó a la pareja de Faber, que aún lloraba su muerte. Este relato alternativo de los hechos, basado en estas distintas fuentes, se compara con el presentado por Amnistía y las versiones posteriores ofrecidas por la madre de Faber.
Antecedentes de los acontecimientos
Los antecedentes necesitan algunas explicaciones. Durante el intento de derrocamiento del gobierno sandinista de Daniel Ortega en 2018, que comenzó con tres muertos (entre ellos un policía) el 19 de abril y se intensificó en las semanas siguientes, se acordó con la Iglesia católica la creación de un “diálogo nacional” para intentar negociar una salida pacífica al conflicto. Tras falsos comienzos, el diálogo se abrió ante las cámaras de televisión el 16 de mayo. Se acordó que el gobierno confinaría a las fuerzas policiales en sus cuarteles y les ordenaría no utilizar armas de fuego. A cambio, la oposición aceptó empezar a retirar los múltiples tranques que se habían instalado en todo el país. Pero en lugar de reducir sus ataques, la oposición los intensificó, invadiendo varias ciudades, colocando grupos armados en los tranques en la carreteras y asediando comisarías de policía.
Algunos de los peores episodios de violencia se produjeron en Jinotepe y Diriamba, ciudades vecinas de la carretera Panamericana, en el departamento de Carazo. Unos 400 camiones de larga distancia permanecieron bloqueados durante un mes. Sus conductores, procedentes de toda Centroamérica, no podían marcharse y a menudo eran amenazados o incluso robados a punta de pistola.[3] El 19 de junio, los rebeldes secuestraron dos camiones cisterna de combustible e intentaron hacerlos explotar cerca de la comisaría de Jinotepe.[4] Muchos simpatizantes sandinistas fueron atacados, torturados o asesinados. El 29 de junio, Bismarck Martínez Sánchez, trabajador municipal, fue secuestrado en un tranque, torturado y asesinado, y su cadáver no se encontró hasta casi un año después.[5] El cuerpo del militante sandinista Robert José Castillo Cruz fue encontrado en un vertedero de basura el 5 de julio,[6] días después de que denunciara a las fuerzas de la oposición por el asesinato de su hijo. El 11 de julio se presentó a la Organización de Estados Americanos un resumen de las violaciones de los derechos humanos en las dos ciudades hasta el 7 de julio:[7] sólo incluía las muertes de simpatizantes sandinistas o funcionarios del gobierno, ya que no se había informado de ninguna muerte de miembros de la oposición en ninguna de las dos ciudades en todo el periodo transcurrido desde el 21 de abril.
La operación policial del 8 de julio
A principios de julio, el gobierno había abandonado la esperanza de un final pacífico del conflicto y había decidido utilizar la fuerza para recuperar el control de ciudades clave. La operación para recapturar a Carazo comenzó en las primeras horas del 8 de julio. Según su compañera Edith Valle Hernández, también agente de policía, Faber López Vivas, basado temporalmente en la capital, Managua, fue seleccionado para una de las unidades policiales que asumiría el control de los tranques en Jinotepe. La telefoneó a las 3.00 de la madrugada para decirle que salía en misión, aunque no pudo decirle adónde. Como no contestó, le dejó otro mensaje a las 4.00, diciéndole que la quería. Edith vio el mensaje cuando se despertó hacia las siete de la mañana: para entonces Faber estaba casi seguro muerto.
Según los informes oficiales y el testigo ocular al que entrevistamos, la unidad de Faber llegó a la comisaría de Jinotepe antes del amanecer del 8 de julio, evitando los tranques utilizando carreteras secundarias. Faber formó parte de los primeros grupos de agentes que se dirigieron a los tranques hacia las 6.00 de la mañana. A sólo 200 metros de la comisaría, se pusieron a tiro de un francotirador situado en la torre de la cercana Universidad Nacional Autónoma. Faber recibió un disparo en la frente y murió en el acto. Un colega, Hilario de Jesús Ortiz Zavala, fue alcanzado en una pierna, cayó al suelo y fue asesinado por el francotirador con dos disparos más. Otros agentes resultaron heridos y los cadáveres fueron arrastrados hasta la comisaría. Más tarde el francotirador huyó y otros policías recuperaron el control de la autopista. A media tarde la policía y los policías voluntarios tenían el control total de Jinotepe, a costa de tres muertes más entre los voluntarios,[8] y cuatro entre los combatientes de la oposición en los tranques. El CENIDH (Centro Nicaragüense de Derechos Humanos), uno de los organismos locales de derechos humanos citados a menudo por Amnistía, incluyó los nombres de Faber e Hilario en su lista de nueve víctimas mortales ese día en Carazo.[9]
Más tarde, ese mismo día, los cadáveres de los dos policías fueron trasladados en ambulancia al Instituto de Medicina Legal (IML, morgue oficial e instalaciones forenses) de Managua, donde llegaron a las 17.00 horas y donde se registró la muerte de Faber como homicidio, con nueve heridas de bala y sin indicios de tortura. Al preparar este artículo, pedimos al IML una respuesta a la versión de los hechos de Amnistía: nos contestaron por correo electrónico, confirmando cómo murió Faber y que su cuerpo no presentaba “signos de tortura, forcejeo o heridas defensivas”.
Diferencias políticas en la familia de Faber
Cuando Edith, su pareja viuda desde hacía tres años, fue entrevistada en profundidad en abril de 2019,[10] dijo que había una diferencia política irreparable entre Faber y su madre. Él y Edith eran fuertemente pro sandinistas, pero su madre se alineaba con la misma firmeza con la oposición, hasta el punto de que pasó un tiempo en uno de sus notorios tranques en Lóvago, en el centro de Nicaragua. Allí fue fotografiada abrazada por uno de sus líderes, Medardo Mairena, posteriormente condenado por algunos de los crímenes más atroces durante la intentona golpista.[11]
Edith también dijo que Fátima Vivas no ocultaba su filiación política e intentó en repetidas ocasiones persuadir a Faber para que abandonara la policía, pero él estaba orgulloso de su trabajo y poco antes había aparecido en un vídeo de formación que aún puede verse (en 1.18[12]). Según el relato de Edith, como Faber cortó la comunicación con su madre, ésta dirigió su atención hacia su compañera. Edith nos mostró un mensaje de Fátima en su teléfono en el que la instaba a dejar la policía, lamentando que Faber fuera una causa perdida, ya que “prefería matar a su gente”. Poco después del 8 de julio, Fátima cortó el contacto con Edith y negó que su hijo hubiera tenido nunca una relación con Edith.
Las versiones cambiantes de la madre
En los días posteriores a la muerte de su hijo, Fátima concedió numerosas entrevistas. Al principio, La Prensa la citó diciendo que la policía le había disparado en la frente,[13] afirmando que sólo la policía podía hacerlo, y que era un castigo por haber intentado dimitir el día anterior, 7 de julio, cuando ella también había hablado con su hijo. En otra entrevista[14] se confirmó que en la morgue le habían mostrado la herida mortal en la cabeza. Sin embargo, a partir de entonces empezó a dar versiones distintas. En una entrevista en vídeo para El Nuevo Diario (que ya no está disponible porque el periódico cerró), dijo que fue un día antes, el 6 de julio, cuando Faber intentó dimitir, y que ese fue también el último día que habló con él. Dijo que se enteró por primera vez de su muerte cuando se dio cuenta de que habían aparecido fotos de su cuerpo en las redes sociales a primera hora del 8 de julio, y entonces repitió su acusación de que le había disparado la policía.
Pero también en El Nuevo Diario,[15] fue citada diciendo que había muerto como resultado de la tortura, y no de un disparo, y que esto había ocurrido en una prisión de Managua. Los signos de tortura fueron identificados por un médico privado no identificado. Más tarde dijo que esto había sido confirmado por un patólogo anónimo, que no encontró signos de que le hubieran disparado (el vídeo evita mostrar la cara de Faber, donde habría aparecido la herida de bala; sin embargo, parece mostrar sus uñas intactas, a pesar de que en el comentario se dice que se las habían arrancado).[16] El informe del patólogo privado, que nunca se hizo público, se facilitó a Amnistía Internacional el 29 de julio.[17]
Dos años más tarde, el enfado de Fátima se centró en el hecho de que el gobierno había bautizado una nueva comisaría de policía con el nombre de Faber.[18] Su relato evolucionó aún más:[19] ahora se decía que Faber había sufrido 24 horas de tortura, que tenía “cientos de heridas de arma blanca” producidas más de 12 horas antes de morir, que le habían sacado los ojos[20] y que finalmente había muerto por un golpe en la cabeza, y todo esto había sido verificado por dos especialistas forenses. Sin embargo, estas lesiones no coinciden con las citadas en el informe facilitado a Amnistía. En otra incoherencia, Fátima dice ahora que, por razones de seguridad, los patólogos nunca le entregaron informes escritos, sino sólo descripciones verbales de las lesiones. Tampoco explica cómo Faber pudo haber sido torturado durante 24 horas cuando hay varios informes que indican que estaba vivo y bien en la mañana del 8 de julio, justo antes de que le dispararan.
Pasamos a 2022, y Fátima está de nuevo furiosa por las secuelas de la muerte de Faber.[21] Mientras que un tío, Arlin López, estuvo presente en una ceremonia oficial para reconocer el sacrificio hecho por Faber y los otros 21 policías que fueron asesinados en 2018, Fátima lamenta que el gobierno haya concedido una pensión a su pareja, Edith Valle Hernández, descrita por Fátima como su “falsa esposa.”
Por supuesto, es de esperar que una madre, relatando emocionalmente las circunstancias del asesinato de su hijo, no sea capaz de producir relatos coherentes en diferentes momentos, sobre todo porque ella admitió que estaba a 170 km de distancia del incidente cuando ocurrió. Tampoco ha afirmado nunca haber hablado con ningún testigo presencial. El hecho de que los relatos estén cargados de acusaciones contra el gobierno también es de esperar de alguien que fue y sigue siendo partidaria de la oposición y que ahora se ha autoexiliado.
Se cuestiona el papel de Amnistía Internacional
Lo sorprendente es que Amnistía Internacional se basara totalmente en su relato. ¿Por qué, si Amnistía ya había señalado algunas incoherencias? ¿Por qué no buscaron a alguien que hubiera presenciado el asesinato o que pudiera haber corroborado o cuestionado su versión? Edith Valle declaró que Amnistía nunca se puso en contacto con ella, a pesar de que sus investigadores estaban en contacto con la madre de Faber y con su hermano, ambos en comunicación con Edith por teléfono móvil. Dada la improbabilidad de la hipótesis – la policía torturando a uno de sus propios colegas – ¿no debería Amnistía haber agotado otras explicaciones antes de llegar a la conclusión de que se trataba de una “posible ejecución extrajudicial?” Sin embargo, al dar tanta importancia al incidente en su informe y en la publicidad posterior, Amnistía dio la impresión de que las pruebas que habían visto eran abrumadoras.
En términos más generales, ¿por qué Amnistía no explicó plenamente el contexto de los acontecimientos ocurridos en Jinotepe y otras zonas cercanas a principios de julio? No mencionan al otro agente de policía muerto esa mañana, cuyo asesinato por un francotirador nunca se ha impugnado, ni mencionan que agentes de policía habían sido heridos o secuestrados por combatientes de la oposición sólo unos días antes. En la cercana Masaya, un policía fue torturado, asesinado y su cuerpo quemado en un tranque el 15 de julio. Estos crímenes, no mencionados por Amnistía al igual que el notorio ataque a la policía en Morrito el 12 de julio, también fueron objeto de numerosas denuncias falsas[22] de que fueron llevados a cabo por la propia policía. Estos otros crímenes proporcionan pruebas contextuales en apoyo de la afirmación del gobierno de que Faber López fue víctima de la oposición, uno de los 22 policías asesinados durante el conflicto de 2018, junto con más de 400 heridos, principalmente por armas de fuego.
Estas preguntas formaron parte de un informe, Rechazando la verdad, publicado a principios de 2019 por la Alianza por la Justicia Global,[23] en el que se respondió en detalle al informe de Amnistía de octubre de 2018, Sembrando el Terror, y se analizaron varios de los incidentes que cubría, incluida la muerte de Faber. Llevaba un prólogo de Camilo Mejia, un nicaragüense residente en Estados Unidos que había sido reconocido como “preso de conciencia” por Amnistía Internacional porque abandonó el ejército estadounidense tras ver sus acciones en Irak. Tras la publicación de Rechazando la verdad, se intentó en repetidas ocasiones ponerse en contacto con Amnistía, por distintas vías, inicialmente sin respuesta alguna.
Finalmente, un mensaje directo al presidente de la Junta Internacional de Amnistía Internacional, Mwikali Muthiani, produjo una respuesta en junio de 2019, pero se limitaba a reiterar lo que Amnistía había hecho para recopilar sus informes y no hacía referencia alguna a nuestras críticas, ni mucho menos intentaba responderlas. Se solicitó entonces utilizar el procedimiento formal de quejas de Amnistía, pero fue rechazada. La respuesta de Amnistía fue que “no existe ningún otro procedimiento para atender su queja”, a pesar de que en su sitio web se dice que este tipo de quejas “ayudan a la organización a aprender”. Una oferta amistosa posterior de reunirse en la oficina de Amnistía en Londres para hablar de Rechazando la verdad quedó sin respuesta. En noviembre de 2019, el Grupo de Acción de la Campaña de Solidaridad con Nicaragua (NSCAG por sus siglas en inglés) publicó un informe en el que se mostraban los errores de la información de Amnistía Internacional sobre Nicaragua y los detalles de su falta de respuesta a las críticas.[24] De nuevo, no hubo respuesta.
Por alguna razón, Amnistía parece creer que su reputación la sitúa por encima de la censura, a pesar de que existen múltiples ejemplos del trabajo de Amnistía en diversas partes del mundo que ha sido cuestionado desde un punto de vista progresista, por ejemplo en Eritrea, Libia[25] y otros lugares. Esto es intrínsecamente contradictorio en una organización que hace campaña contra la impunidad, pidiendo a los dirigentes políticos que hagan frente a las críticas, pero que parece ignorar las dirigidas a la propia Amnistía.
La posición de Amnistía ante los gobiernos y los organismos internacionales es crucial porque -cuando les conviene – citarán sus sentencias sobre derechos humanos en apoyo de sus propias políticas. En el caso de Nicaragua, cada vez que Amnistía acusa al gobierno de Ortega de aplicar “una estrategia estatal de represión”, añade credibilidad a la hostilidad de la administración estadounidense hacia él. El expresidente Trump calificó a Nicaragua de “amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”,[26] y esta designación ha sido repetida por el presidente Biden. Amnistía se alinea con la narrativa del gobierno estadounidense y de los medios de comunicación convencionales sobre los acontecimientos en Nicaragua en 2018, no la cuestiona y menosprecia la perspectiva alternativa sostenida no solo por el gobierno nicaragüense, sino por muchos nicaragüenses de a pie. Como comentaba un artículo sobre el trabajo de Amnistíaen otro lugar,[27] “la intervención de AmnistíaInternacional en Nicaragua, y su negativa a ver la situación como algo distinto a una narrativa en blanco y negro de buenos contra malos, refleja la lente neocolonial e imperialista a través de la cual la ONG ve el mundo.”
Como ha señalado recientemente el abogado de derechos humanos Alfred de Zayas,[28] Amnistía ha abogado incluso por imponer sanciones, o “medidas coercitivas unilaterales”, a Nicaragua y otros países, “…aunque las pruebas son abrumadoras de que esas medidas coercitivas unilaterales perjudican a los más vulnerables de esos países y constituyen una forma de ‘castigo colectivo’. De hecho, las sanciones matan”. Las evaluaciones unilaterales de Amnistía contribuyen a justificar las acciones de Estados Unidos cuando endurece su régimen de sanciones, como amenaza con hacer actualmente en el caso de Nicaragua. Estas sanciones han costado supuestamente al país hasta 500 millones de dólares anuales en ayudas internacionales perdidas,[29] privándole de recursos necesarios para reforzar su sistema sanitario, mejorar los servicios educativos y continuar los programas de reducción de la pobreza que han merecido elogios de organismos como el Banco Mundial y el FMI. Las críticas sin discernimiento de Amnistía Internacional no sólo son poco profesionales, sino que también perjudican a los nicaragüenses de a pie cuyos derechos humanos Amnistía afirma proteger.
John Perry es investigador senior de COHA y escritor residente en Masaya, Nicaragua. Forma parte de un colectivo de autores que apoyan la memoria histórica para facilitar la sanación y la reconciliación del pueblo nicaragüense.
Fotografía principal de https://www.tortillaconsal.com/tortilla/node/6141
[1] “Sembrando el terror: de la letalidad a la persecución en Nicaragua,” https://www.amnesty.org/es/documents/amr43/9213/2018/es/
[2] Ver https://100noticias.com.ni/nacionales/91482-madre-de-faber-lopez-lo-torturaron-hasta-matarlo/
[3] “Transportistas panameños en Nicaragua son atacados por desconocidos,” https://www.panamaamerica.com.pa/provincias/transportistas-panamenos-en-nicaragua-son-atacados-por-desconocidos-1107902
[4] https://www.youtube.com/watch?v=C4z3W4cXolo
[5] “Nicaragua conmemora a Bismarck Martínez y a Héroes de Piedra Quemada,” https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:91624-nicaragua-conmemora-a-bismarck-martinez-y-a-heroes-de-piedra-quemada
[6] “Militante sandinista aparece muerto en un basurero en Jinotepe, Carazo,” https://www.laprensani.com/2018/07/05/departamentales/2444929-militante-sandinista-aparece-muerto-en-un-basurero-en-jinotepe-carazo
[8] El desalojo de los tranques y la detención o dispersión de quienes los dirigían fueron necesariamente operaciones importantes y complejas, dado el número de tranques y las armas en poder de las fuerzas de la oposición. Por esta razón, se reclutó a policías voluntarios, con experiencia en armas de fuego, que acompañaron en gran número a la policía regular en su entrada en ciudades como Jinotepe, sitiada desde hacía unos tres meses.
[9] http://telenorte.info/2018/07/08/operativo-deja-varios-muertos-en-carazo/
[10] http://www.tortillaconsal.com/tortilla/node/6141
[11] https://www.tortillaconsal.com/tortilla/node/6141
[12] https://www.youtube.com/watch?v=hGrXfM-7C9U&feature=youtu.be&list=PLnThQJH986vV5nxfaOBVmBbQnZC_k9x3P
[13] “Madre de oficial muerto en masacre de Carazo acusa a la Policía Nacional de ejecutarlo,” https://www.laprensani.com/2018/07/09/nacionales/2446193-madre-de-oficial-muerto-en-masacre-de-carazo-acusa-la-policia-nacional-de-ejecutarlo
[14] “Me lo torturaron por pedir la baja,” https://www.univision.com/noticias/america-latina/me-lo-torturaron-por-pedir-la-baja-la-madre-de-un-policia-asesinado-en-nicaragua-denuncia-que-lo-mataron-sus-propios-companeros
[15] La fuente ya no está disponible, pero las entrevistas de los días siguientes repiten esta afirmación (véase más abajo).
[16] “Madre de Faber López: Lo torturaron hasta matarlo,” https://100noticias.com.ni/nacionales/91482-madre-de-faber-lopez-lo-torturaron-hasta-matarlo/
[17] Según el informe de Amnistía, Sembrando el Terror, nota 107.
[18] https://www.policia.gob.ni/?p=54231
[19] “Fátima Vivas a Rosario Murillo: Dejá de usar el nombre de mi hijo,” https://www.despacho505.com/fatima-vivas-a-rosario-murillo-deja-de-usar-el-nombre-de-mi-hijo-a-tu-favor/
[20] “’No quiero que ninguna unidad de Policía lleve el nombre de mi hijo’, dice madre de Faber López Vivas,” https://www.lamesaredonda.net/no-quiero-que-ninguna-unidad-de-policia-lleve-el-nombre-de-mi-hijo-dice-madre-de-faber-lopez-vivas/
[21] “Madre de policía Faber López indignada por ascenso póstumo: Eso no devolverá la vida de mi hijo,” https://nicaraguaactual.tv/madre-de-faber-lopez-indignada-por-ascenso-postumo/
[22] “17 policías muertos durante la crisis sociopolítica en Nicaragua,” https://lajornadanet.com/nicaragua/17-policias-muertos-durante-la-crisis-sociopolitica-en-nicaragua/#.Xx3Cbud7lPY
[23] https://afgj.org/wp-content/uploads/2019/02/Rechazando-la-Verdad-informe-completo.pdf
[24] “NSCAG calls Amnesty International to account,” https://www.nscag.org/news/article/288/NSCAG-calls-Amnesty-International-to-account
[25] Por ejemplo, https://www.wrongkindofgreen.org/2015/01/12/amnesty-international-to-instigate-regime-change-in-eritrea/; https://humanrightsinvestigations.org/2011/08/31/amnesty-racist-rebel-atrocities-libya/
[26] “Trump: ‘Nicaragua Continues to Be a National Security Threat’,” https://dialogo-americas.com/articles/trump-nicaragua-continues-to-be-a-national-security-threat/
[27] “MWN Investigation Reveals Amnesty International’s Reckless Double Standards,” https://www.moroccoworldnews.com/2020/07/308817/mwn-investigation-reveals-amnesty-internationals-reckless-double-standards/
[28] “The Weaponization of Human Rights at the Human Rights Council,” https://www.counterpunch.org/2023/07/03/the-weaponization-of-human-rights-at-the-human-rights-council/
[29] “Testimonio del Ministro Ivan Acosta al Tribunal Internacional de los Pueblos,” https://www.tortillaconsal.com/bitacora/node/1888