Elecciones en Guyana: Un traspié en la recta final
Desde el 29 de noviembre se ve demorada la culminación de las elecciones guyanesas: hasta la jornada siguiente, los funcionarios electorales continuaban con el escrutinio a fin de determinar las cifras oficiales del acto electoral. A medida que se avanza con el conteo de votos en la Comisión Electoral de Guyana, el presidente del organismo, Dr. Steve Surujbally, declaró que la postergación del anuncio se fundamenta en la necesidad de lograr precisión y eficiencia antes de emitir los resultados preliminares.
Las declaraciones de Surujbally encontraron aval en la Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA), que respaldó la metodología del organismo electoral en su determinación y emisión de resultados electorales. La OEA había enviado una delegación de veedores a fin de controlar el acto electoral y la correcta transición de Gobierno en Guyana, de cuya inspección se encargaron también veedores internacionales de la Comunidad del Caribe y de la Mancomunidad de Naciones.
Al colocarse este paréntesis ante al inminente anuncio de resultados a fin dotar de mayor legitimidad al acto electoral, es posible que la demora dé pie a controversia y así intensifique inoportunamente la tensión entre los partidos políticos de Guyana, símbolos de la polarización étnica del país. La Asociación por la Unidad Nacional (A Partnership for National Unity), que integra el Congreso Nacional del Pueblo (People’s National Congress), es la coalición opositora mejor posicionada para arrebatarle al Partido Progresista del Pueblo (People’s Progressive Party) la posibilidad de obtener un quinto mandato consecutivo. Los comicios disputados entre el Partido Progresista del Pueblo, con apoyo indoguyanés mayoritariamente rural, y el Congreso Nacional del Pueblo, con respaldo afroguyanés de los grandes centros urbanos, en el pasado estuvieron marcados por hechos de violencia que ameritaron la intervención militar. Existe el riesgo de que Guyana se vea envuelta nuevamente en violentos enfrentamientos una vez finalizado el escrutinio.
Aunque la votación se desarrolló presuntamente en un marco de serenidad, el Partido Progresista del Pueblo ha exhortado a la autoridad electoral guyanesa a que agilice el anuncio de los resultados de los comicios, lo cual evitaría un posible clima poselectoral de tensión. Antes de este reclamo, el partido había peticionado un recuento de boletas por haberle sido denegado el acceso a varias las mesas de votación a funcionarios afiliados al partido; no obstante, ahora insiste en que no desea retrasar el anuncio de los resultados. A la reciente postergación del anuncio se suman el despido de funcionarios de la Comisión Electoral de Guyana por “irregularidades” en mesas de votación y el abandono del escrutinio por parte de funcionarios de partidos, de modo que posiblemente se eleve el tono de las críticas a estos comicios bajo la atenta mirada nacional e internacional. Para impedir que se repita la historia de conflictos interpartidarios de Guyana, la Comisión deberá lograr un equilibrio entre diligencia y credibilidad al anunciar los resultados de la votación, o bien deberá asumir la responsabilidad por las repercusiones que, dado el caso, pueda acarrear la inauguración del nuevo Gobierno en un contexto de dudosa legitimidad, lo cual indefectiblemente moderará las expectativas que vayan a acompañar la transición gubernamental.
Este análisis fue traducido por el colaborador de COHA Iván Ovejero.