El MAS frustra el plan para pedir a EEUU un acuerdo
Su artículo del 22 de junio, “El MAS frustra el plan para pedir a EEUU un acuerdo,” describe el estancamiento político que ha abrumado al Congreso Nacional Boliviano mientras que legisladores consideran la amplificación de los términos del la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA). Sin embargo, no considera la labor central del programa USAID en lo que se refiere a la Ley y a Bolivia, quien acogió $84 millones de dólares estadounidenses en asistencia bancaria en 2005. Actualmente, oficiales de USAID han dictado que cualquier apoyo adicional dependerá del asentimiento de estatutos consolidados ante-cocaleros. A pesar de la oposición de parte del Presidente Morales, dichos aprietos han obligado la mano de Bolivia a restringir su programa de despenalización de la planta coca debido a la atroz deuda externa del país; nuevamente aclarando que el desarrollo del estado subsiste en las manos de Washington.
La propagación de la ATPDEA se presenta en una etapa precisa cuando los hechos del USAID tan como los de la frente cocalera forman el eje central de las relaciones con EE.UU. A manera que Morales salpica sus discursos ante-capitalista y lanza salvos contra el credo neoliberal de Washington, es procedente que registre el lugar de la coca y su reglamentación en el negocio y futura inversión de USAID, una reserva fiscal esencial para su país. Desde enero, Morales ha intentado a maniobrar entre los $5.4 billones de dólares debidos en débitos externos. A pesar de algunos colaboradores, (el Grupo de 8 ha prometido una cancelación y Venezuela ha propuesto absolver varias deudas), Morales no ha conseguido librar la economía boliviana o su proyecto del MAS del influjo estadounidense. No obstante, así como Morales intenta cumplir con sus promesas políticas de la despenalización cocalera, el Congreso Nacional, tan como los administradores en La Paz, deben recordar que la viabilidad económica boliviana aún queda en las manos fijas de Washington.